Papa pide a la Vírgen proteger a los jóvenes
Ciudad del Vaticano.- El papa solicitó este viernes a la Virgen de Guadalupe protección para los jóvenes frente a "las amenazas del crimen, las adicciones y el riesgo de llevar una vida sin propósito", durante la misa tradicional celebrada en la Basílica de San Pedro en honor a la patrona de México y de las Américas.
"Acompaña, Madre, a los jóvenes para que reciban de Cristo la fuerza para elegir el bien y el valor para mantenerse firmes en la fe, incluso cuando el mundo los empuje en otra dirección. Aleja de ellos el peligro del crimen, de las adicciones y de una vida sin sentido", dijo el pontífice en español durante su homilía.
Esta fue la primera vez que León XIV presidió la misa del 12 de diciembre en honor a la Virgen de Guadalupe en la basílica, la cual incluyó lecturas y cánticos en español, inglés y portugués.
El papa también pidió que la Virgen enseñe a las naciones a no dividir el mundo en bandos irreconciliables, a evitar que el odio marque la historia o que la mentira escriba la memoria, y que los gobernantes ejerzan su autoridad como servicio y no como dominio. Subrayó además la importancia de custodiar la dignidad de cada persona en todas las etapas de la vida.
León XIV destacó a la Virgen de Guadalupe como símbolo de consuelo en América: "En el Tepeyac, ella despierta en los habitantes de América la alegría de sentirse amados por Dios".
En paralelo, la presidenta Claudia Sheinbaum sostuvo una conversación telefónica con el papa para reiterar la invitación a visitar México, enviando bendiciones y saludos a la población mexicana en esta fecha especial. Durante el intercambio, se resaltó el valor de la Virgen de Guadalupe como símbolo de identidad nacional, más allá de la religión y de la laicidad del Estado.
La festividad del 12 de diciembre recuerda el milagro atribuido a la Virgen en 1531 en el cerro del Tepeyac, cuando se apareció a Juan Diego y le pidió construir un templo en su honor. La señal que confirmó la autenticidad del milagro fueron las rosas de Castilla que florecieron fuera de temporada, consolidando la veneración que se celebra cada año en el santuario del Tepeyac.