Madre denuncia maltratos a menor
Meoqui, Chih.- Una madre de familia denunció públicamente presuntos maltratos verbales y físicos en contra de su hijo, un menor que cursa cuarto grado de primaria y que se encuentra dentro del espectro autista, además de presentar TDAH. Los hechos habrían ocurrido en una escuela primaria del seccional de Lázaro Cárdenas que se ostenta como “inclusiva”, situación que generó profunda preocupación en la familia.
De acuerdo con su testimonio, la situación salió a la luz mientras se encontraba en Mazatlán participando en un torneo de fútbol, momento en el que varias madres de familia la contactaron para informarle que la maestra presuntamente agredía al menor dentro del aula. La madre explicó que semanas antes ya había detectado un retroceso notable en la conducta del niño, quien comenzó a negarse a asistir a la escuela, presentaba llanto constante, ansiedad, dificultad para expresarse y bruxismo nocturno, cambios que incluso obligaron a ajustes en su tratamiento médico.
Ante estos hechos, acudió con el supervisor de zona, identificado como Noel H. S., a quien presentó audios y testimonios de madres de familia que habrían presenciado los presuntos maltratos. Señaló que no acudió previamente con la directora del plantel debido a experiencias pasadas sin respuesta. Además, denunció que el supervisor incumplió el compromiso de proteger la identidad de los testigos, al citar a madres y menores a entrevistas sin contar con la capacitación adecuada, vulnerando los derechos de los niños.
La madre subrayó que su hijo recibe atención médica especializada desde los cuatro años y que mantiene un buen desempeño académico, especialmente en lógica matemática. Respaldada en el artículo 61 de la Ley General de Educación, exigió que el caso sea un precedente para visibilizar las fallas del sistema educativo en materia de inclusión. Asimismo, cuestionó que la maestra interina señalada, identificada como Diana Laura T. R., no haya sido retirada bajo el argumento de que su interinato está por concluir, afirmando que la inclusión existe solo en el discurso y no en la práctica ni en la capacitación docente.