Agua en disputa: tensión en San Lázaro

Ciudad de México.- Una ola de indignación y desesperación ha sacudido la capital del país, con agricultores y productores de diversos estados, incluyendo contingentes del norte del país, sitiando la Cámara de Diputados en San Lázaro. La razón: una polémica iniciativa de reforma a la Ley General de Aguas que, de aprobarse, podría arrebatarles el control vital del recurso hídrico, amenazando la soberanía alimentaria de estados clave como Chihuahua.

Desde tempranas horas, una marea de manifestantes, que incluyó la llegada de potentes caravanas de tractores provenientes de Veracruz, Puebla y Tlaxcala, bloqueó los accesos al Palacio Legislativo. La consigna es clara y dramática: "¡El agua es nuestra o no habrá paz!", mientras denuncian que la propuesta del gobierno federal criminaliza su uso y abre la puerta a la expropiación silenciosa de sus derechos de riego.

Los productores chihuahuenses observan con lupa el desarrollo de los acontecimientos, pues esta reforma tocaría fibras sensibles en una entidad donde el manejo del agua es crucial para la supervivencia del sector agropecuario. Los líderes campesinos han expresado su temor de perder las concesiones que han mantenido por generaciones, acusando al gobierno de incumplir promesas de apoyo federal y de mantener estancados trámites agrarios esenciales.

"Esto no es un capricho, es la defensa de nuestro patrimonio y el futuro de Chihuahua", declaró un líder agrícola desde la barricada informativa instalada en las inmediaciones del Congreso.

Mientras los diputados se apresuraban a adelantar la discusión del dictamen en medio de un ambiente de alta presión, Ricardo Monreal, figura clave en las negociaciones, intentaba apaciguar los ánimos con promesas de "diálogo y ajustes". Sin embargo, la desconfianza reina entre los agricultores, quienes exigen garantías reales y no solo palabras.

La mesa está puesta para un enfrentamiento político y social de alto calibre. La jornada de hoy definirá si la maquinaria legislativa avanza sobre las demandas del campo mexicano o si la presión de los agricultores logra detener lo que muchos ya consideran una "ley de muerte" para el sector agropecuario nacional.