Valdivia y su fe de 62 años

2025-06-19 14:45:29   398 Visitas


Camargo, Chih.- Con profunda fe y sentido de unión familiar, la familia Valdivia González continúa una tradición religiosa que inició hace más de seis décadas en honor al Santo Niño de Atocha. La devoción, nacida de una promesa hecha por Doña Romanita Valdivia, ha sido heredada a sus hijos, nietos y bisnietos, quienes cada año organizan el novenario como muestra de agradecimiento por los milagros recibidos.

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Vicente Valdivia compartió que esta costumbre comenzó en 1962, cuando su madre hizo una promesa luego del nacimiento de su primer hijo y la recuperación milagrosa de su abuela, Doña Toña, quien sanó de una hernia tras encomendarse al Santo Niño. “Ella hizo una promesa de celebrar un novenario cada año, y aunque mi madre ya partió hace cuatro años, nosotros lo seguimos haciendo con la misma fe y cariño que ella nos inculcó”.


A pesar de que muchas familias abandonan sus costumbres tras la pérdida del pilar del hogar, en este caso la tradición se ha fortalecido. Hijos, nietos, sobrinos y vecinos participan con entusiasmo en la organización de la festividad, que incluye rezos, rosarios y una comida comunitaria. “Antes mi mamá criaba los marranos y cocinaba todo. Ahora nos organizamos entre todos: unos cooperan con el asado, otros con el arroz, otros con el pollo o los chicharrones. Y en la tarde nos reunimos como siempre”, comentó con orgullo uno de los miembros de la familia.


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Además del milagro que dio origen a la promesa, la familia ha sido testigo de otros actos que atribuyen a la intercesión del Santo Niño. Uno de los más recientes fue el caso de un joven sobrino que, tras permanecer más de 15 días en terapia intensiva, logró recuperarse satisfactoriamente. “Gracias a Dios, hoy está bien. Él mismo va a estar esta tarde con nosotros. Es uno de los milagros más recientes que nos han tocado como familia”.


Edición: Daniel Samaniego