Croke Park abre sus puertas a la NFL

2025-09-25 12:05:10   638 Visitas


Los Ángeles, California, EU.- Durante más de un siglo, Croke Park se levantó como un muro contra todo lo que oliera a deporte “extranjero”. La Regla 42 de la Asociación Atlética Gaélica (GGA, por sus siglas en inglés), era un candado grueso que impedía que en el inmueble de Dublín se jugara futbol o rugby, considerados como rivales directos del futbol gaélico y el hurling.

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El estadio no era sólo un edificio deportivo, mucho tiempo fue un estandarte de identidad nacional en una isla que luchaba por no disolverse en la influencia británica.

Ese blindaje cayó en 2005 cuando la GAA votó terminar con la prohibición. La decisión abrió un surco histórico en la memoria irlandesa. Para algunos fue una traición, para otros un paso de madurez. Lo cierto es que desde entonces Croke Park dejó de ser sólo la catedral gaélica para convertirse en un espacio donde los sonidos de himnos extranjeros, como God Save the Queen en 2007, pudieron escucharse sin que estallara una tormenta de silbidos.


El recinto carga una herida que explica por se cerraron en sus deportes locales. El 21 de noviembre de 1920, en medio de la guerra de independencia, tropas británicas dispararon contra la multitud durante un partido entre Dublín y Tipperary. Murieron 12 espectadores y un jugador. Aquel Domingo Sangriento quedó tatuado en la historia de Croke Park como un recordatorio de que en sus gradas se juega más que un partido.

Este fin de semana, el Croker, con su capacidad para más de 82 mil personas, vuelve a poner a prueba su identidad al recibir un duelo de temporada regular de la NFL entre Steelers y Vikings. La cita llega después de un ensayo en 1997, cuando Pittsburgh jugó ahí un juego de práctica ante los Bears de Chicago.


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NO TODOS ESTÁN CONTENTOS CON LA VISITA DE LA LIGA

La fiesta de la NFL en Dublín no está siendo celebrada con la misma euforia por todos de acuerdo con reportes de la prensa local. Mientras el gobierno presume la llegada de los Steelers y Vikings a Croke Park como un triunfo cultural y económico, en los deportes gaélicos se siente una punzada de agravio.

Dan Morrissey, referente del hurling, levantó la voz al recordar que el Estado destinó 12 millones de dólares. La cifra contrastó con la petición estancada de los jugadores gaélicos de aumentar sus subvenciones, congeladas desde 2018.

"Me hizo pensar, ¿ese dinero no está disponible para nuestros deportes?”, dijo Morrissey a The Irish Times


La polémica creció con la venta de boletos. Aficionados irlandeses pasaron horas en filas virtuales que alcanzaron las 600 mil personas para descubrir que muchos tickets terminaron en manos extranjeras. Dos tercios de los seguidores locales se quedó sin asiento en su propio estadio. El enojo no sólo apunta a la NFL, también a Ticketmaster y a la GAA, que no previeron el alud de demandas.

El ministro de Deportes, Patrick O’Donovan, defendió la inversión como una oportunidad de posicionar a Irlanda en un escaparate global donde ya compiten otras capitales europeas, sin embargo no todos los actores involucrados están contentos.


Edición: Nallely Durán