
Kansas City, EU.- Lamar Jackson es el tipo de quarterback que ningún coordinador defensivo quiere enfrentar. Puede lanzar como nadie y correr como pocos. Pero Kansas City es un problema que sus estadísticas no han podido resolver. Dos veces Jugador Más Valioso, líder en pases de touchdown, yardas por intento y rating de quarterback, Jackson podría estar escribiendo otra campaña de premios, pero necesita este domingo derribar el muro invisible que siempre le aparece en Arrowhead.
Los Ravens de Baltimore llegan con marca perdedora de 1-2 y la urgencia de que septiembre no se transforme en un lastre. Los Chiefs comparten la misma necesidad. En ese escenario Jackson carga con una deuda que va más allá de cualquier registro. En tres visitas a Arrowhead como titular nunca ha ganado y frente a Patrick Mahomes su balance es de una victoria en seis duelos.

LAMAR, CON PASO DE FUTURO SALÓN DE LA FAMA
Las estadísticas individuales de Lamar son de un futuro miembro del Salón de la Fama. Tan sólo esta temporada lidera la NFL con nueve pases de touchdown, tiene un promedio de 9.6 yardas por intento y ostenta un rating de quarterback de 141.8, el más alto de la liga. Es el cuarto quarterback en la historia que mantiene un rating superior a 125 en cada uno de los primeros tres juegos de la temporada, junto a John Hadl, Patrick Mahomes y Russell Wilson. Por si fuera poco, Baltimore lidera la NFL en anotaciones con 37 puntos por partido.
Jackson acumula motivos para reivindicarse. Tiene el mejor índice de pasador de su carrera (103.1) entre todos los quarterbacks de la NFL y presume de la segunda mejor relación touchdown-intercepción de todos los tiempos, sólo superada por Aaron Rodgers. Entre los quarterbacks titulares, su porcentaje de victorias (.732) se ubica en segundo lugar por detrás de Patrick Mahomes.
La historia de Lamar Jackson en la NFL no se entiende sin ese capítulo recurrente. Desde que asumió como titular de Baltimore en 2018, Jackson y Mahomes han establecido a sus equipos como referentes ofensivos. Baltimore ocupa el segundo lugar en yardas totales por juego, Kansas City el primero. El duelo entre ambos se ha repetido siete veces en ocho años, incluyendo playoffs, y cinco de esos encuentros se decidieron por siete puntos o menos. Sin embargo, el marcador sigue siendo esquivo para Jackson.
Este domingo los Ravens regresan a Arrowhead. No es sólo un partido más. Para Baltimore es una necesidad reconfigurar el rumbo. Para Jackson es la oportunidad de cambiar la narrativa.

Los Chiefs de Kansas City tampoco atraviesan su mejor septiembre. Con récord de 1-2 han mostrado fisuras en una ofensiva acostumbrada a dictar el ritmo. Pero Mahomes sigue siendo una referencia de grandeza. En Arrowhead, donde Jackson registra un 0-3 como titular, deberán de ganar para mantener su estatus de legítimos contendientes al Super Bowl.