La Caldera
.Editorial ADC Chihuahua.
* ACUERDO SILENCIOSO
SALVO que haya un sordo acuerdo, no hay forma de entender por qué han aparecido bardas y espectaculares en varias ciudades del estado promoviendo la imagen de la lideresa panista.
De manera abierta, la presidenta del PAN impulsa su figura pública, luego de que el propio partido consideró que debía preparar a una mujer para la candidatura a la gubernatura en 2027, por aquello de la equidad de género.
Álvarez Hernández entendió que podría tener una posibilidad y comenzó a promocionarse con bardas y espectaculares, sobre todo en Ciudad Juárez y Chihuahua, olvidando quizá que es la presidenta del partido y que no es políticamente correcto ser dirigente y aspirante al mismo tiempo.
Pero además —y lo más delicado, quizá— irrumpió con promoción personal justo cuando la gobernadora pidió el lunes pasado que los aspirantes le bajaran, por lo menos, tres rayitas a los decibeles.
“Primero los resultados, y luego veremos”, dijo la mandataria, no sin antes pedir que se respete su investidura y que haya lealtad, porque, como dirían los clásicos, el rey no ha muerto.
La presidenta del PAN es parte de quienes aspiran a la candidatura a la gubernatura, y eso es legítimo; sin embargo, debe garantizar piso parejo a los demás contendientes.
Y, sobre todo, definir si realmente va por la candidatura o si sólo forma parte de una estrategia para blindar a quien tenga mayores posibilidades, en una elección que se anticipa cerrada y con guerra de lodo por todos lados.
* BONILLA SIGUE EN LO SUYO
POR CIERTO, quien tampoco le ha bajado mucho, que digamos, es el alcalde capitalino Marco Bonilla Mendoza. El fin de semana estuvo con empresarios y liderazgos en Cuauhtémoc, y abrió la semana en Ciudad Juárez como invitado al congreso del SITATyR.
El alcalde aprovecha todas las oportunidades y acepta todas las invitaciones; sabe que debe ir construyendo políticamente, pese al estatequieto que le aplicó la gobernadora.
Por cierto, en Ciudad Juárez se pintaron decenas de bardas con la leyenda “Que Bonilla es Juárez”, y para la capital la frase sólo cambia el nombre de la ciudad: “Que Bonilla es Chihuahua”.
Cosas del marketing político, o premarketing, como ahora le llaman, estrategias modernas para atraer la atención y posicionar la percepción entre los ciudadanos.
Se comenta que hay 500 bardas tan sólo en Ciudad Juárez para difundir ese enunciado, el municipio en el que ha decidido concentrar buena parte de su esfuerzo político.
* DE LA PEÑA A LO QUE SEA
POR OTRA PARTE, el secretario general de Gobierno, Santiago de la Peña Grajeda, se declaró listo para lo que se ofrezca.
—¿La candidatura a la gubernatura o la alcaldía? —se le preguntó.
—La que sea —respondió sin titubeos.
Es, de hecho, otro de los aspirantes que ha hecho promoción constante en redes sociales, además de distribuir playeras de todos los colores.
Se le ha mencionado con cierta posibilidad para la alcaldía, pero, por lo dicho, no le haría el feo a la candidatura a la gubernatura.
En todo caso, lo que debería aclarar de una vez por todas es si ya renunció al PRI, partido en el que militó toda su vida, y si ahora ya es formalmente panista.
Ayer, además de declararse dispuesto para lo que sea, no definió su militancia partidista; sólo señaló que el PAN está abierto a otras opciones.