
México.- Jesús García Corona nació el 13 de noviembre de 1881 en Hermosillo, Sonora, hijo de Francisco García Pino y Rosa Corona. Desde joven trabajó en las minas de cobre de la región y, con esfuerzo y habilidad, llegó a ser maquinista del ferrocarril Nacozari-Pilares, convirtiéndose en el primer mexicano en ocupar ese puesto.
El 7 de noviembre de 1907, mientras realizaba su recorrido habitual, un error en la carga colocó dos vagones con dinamita junto a la locomotora. Una chispa provocó un incendio, y al darse cuenta del peligro, Jesús decidió alejar el tren del pueblo para evitar una tragedia mayor.

Con gran valentía condujo el convoy hacia campo abierto, ordenando a su equipo saltar antes de que la dinamita explotara. Murió junto con 12 personas, pero salvó a toda la población de Nacozari.
Su acto heroico marcó un símbolo de orgullo para los ferrocarrileros, quienes desde finales del siglo XIX luchaban por mejores condiciones laborales y acceso a puestos técnicos, hasta entonces reservados a extranjeros.

Décadas después, el presidente Lázaro Cárdenas decretó que cada 7 de noviembre se conmemorara su hazaña con el Día del Ferrocarrilero.
Hoy, Nacozari de García lleva su nombre y su memoria sigue viva en monumentos, escuelas y celebraciones que honran su sacrificio por los demás.