
Estados Unidos.- La administración de Donald Trump planea desplegar agentes de la Patrulla Fronteriza en las ciudades de Charlotte (Carolina del Norte) y Nueva Orleans (Luisiana), ambas de gobierno demócrata, como parte de su ofensiva contra la migración.
La llamada Operación Midway Blitz, iniciada en septiembre en Chicago, ha estado marcada por denuncias de abuso policial, enfrentamientos con manifestantes y miles de detenciones. A pesar de las críticas, el Departamento de Seguridad Nacional asegura que la presencia de agentes ha reducido el crimen en la ciudad, aunque los datos del Departamento de Policía muestran que esa tendencia ya se registraba antes del despliegue.

La operación estará dirigida por Gregory Bovino, alto cargo de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), conocido por su línea dura y por haber comandado el reciente operativo en Chicago. El alcalde de Chicago, Brandon Johnson, celebró la inminente salida de Bovino, a quien acusó de haber permitido graves excesos de sus agentes, incluyendo el uso de gases lacrimógenos y violencia contra manifestantes, periodistas y civiles. Una jueza federal llegó a imponer restricciones al uso de armas antidisturbios y a exigir cámaras corporales a los agentes debido a las denuncias de brutalidad.

En paralelo, otro juez ordenó la liberación de cientos de migrantes detenidos en Chicago tras determinar que muchos arrestos violaron un decreto estatal que limita las detenciones sin orden judicial. El magistrado también exigió al Gobierno federal que identifique a los migrantes sin antecedentes para su liberación bajo fianza.
Trump, que busca deportar un millón de personas en su primer año, ha expresado frustración con el ritmo de expulsiones y ha optado por reforzar la CBP en detrimento del ICE. La Casa Blanca ha replicado este tipo de operativos en otras ciudades demócratas como Los Ángeles, Washington D.C. y Memphis, mientras enfrenta bloqueos judiciales que han frenado el despliegue en lugares como Portland y Chicago.