
México.- En sus bosques de oyamel, la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca resguarda uno de los secretos más intrigantes de la naturaleza, ¿cómo un insecto tan frágil logra superar las adversidades, cruzar tres países y llegar a un sitio en el que nunca ha estado para refugiarse del frío invernal?
Una pregunta que, por fin, podría ser revelada, luego de que la empresa norteamericana Cellular Tracking Technologies logró desarrollar transmisores ultraligeros del tamaño de un grano de arroz, tras casi una década de estudios.
Este año, por primera vez, poco más de 400 mariposas monarca migraron hacia México con estos avanzados transmisores denominados BlūMorpho, que fueron adheridos a su tórax con pegamento para pestañas, por parte de colaboradores de más de 20 organizaciones de investigación, desde Estados Unidos, Canadá y Cuba, entre los meses de septiembre a noviembre.

Se trata de un revolucionario dispositivo tecnológico que aparece a 50 años del descubrimiento de los santuarios en Michoacán y el Estado de México, y en medio de las celebraciones por los 25 años de su decreto como Reserva de la Biosfera, a la que el 9 de noviembre, ingresaron las primeras mariposas monarca con transmisor a cuestas.
Aunque se trata de la primera fase de estudio, ya ha comenzado a generar información reveladora. David La Puma, vicepresidente de Desarrollo de Mercado Global de Cellular Tracking Technologies, compartió los primeros hallazgos.

“El primer resultado principal es que estamos observando movimientos con un nivel de detalle sin precedentes. El simple hecho de saber que una parte de las mariposas monarca que marcamos en el sur de Canadá y el norte de Estados Unidos llegan a México es un gran logro”, dijo en una entrevista vía correo electrónico.
“Estas mariposas se enfrentan a tantos desafíos que sabemos que solo una parte de las que emprenden el viaje llegan a sus zonas de hibernación. Al analizar estos movimientos en el contexto de los patrones climáticos locales y regionales que afectan a las monarcas durante la migración, observamos comportamientos que tanto respaldan como cuestionan nuestras suposiciones previas”.
El doctor La Puma precisó que se requiere realizar un análisis riguroso de los datos que ha ido arrojando el Proyecto Monarca, realizado en colaboración con el Centro Científico de Cape May Point, pero ahora se requiere incorporar a colaboradores en México para entender el ciclo completo de la migración.
“Los próximos pasos consistirán en cuantificar el número total de monarcas que llegan a México, determinar si las que llegan terminan en lugares inesperados y comprobar si alguna de las que llevan marcas logra sobrevivir a toda la temporada de hibernación. Dado que la supervivencia en los sitios de hibernación también es variable, dependiendo de la temperatura, las precipitaciones, el viento, etc., esperamos que este año sea propicio para maximizar las posibilidades de que esta pequeña muestra (en relación con la población) nos permita comprender mejor el ciclo de vida completo de esta generación migratoria”.