
Ciudad de México.- La presidenta Claudia Sheinbaum pidió esperar a que concluyan todas las investigaciones sobre la explosión de un coche bomba en Coahuayana, Michoacán, luego de que la Fiscalía General de la República (FGR) reclasificó el delito en la carpeta correspondiente, pasando de terrorismo a delincuencia organizada.
Durante su conferencia matutina en Palacio Nacional, la mandataria destacó que las autoridades siguen recabando información sobre el hecho, que dejó un saldo de seis personas fallecidas, y adelantó que este martes el Gabinete de Seguridad presentará un informe más amplio.
Explicó que la clasificación del delito depende de lo que dicte la investigación: revisar videos, peritajes y todos los elementos necesarios para determinar qué ocurrió y por qué. Señaló que es fundamental conocer con precisión los detalles para definir si el caso encaja en terrorismo, delincuencia organizada u otro ilícito previsto en el Código Penal.

Sheinbaum subrayó que la FGR debe continuar su labor para aclarar cómo sucedió la agresión, quién la perpetró y cómo llegó el vehículo al lugar, insistiendo en que este tipo de hechos requiere un análisis profundo y completo.
Sobre el ataque, la Fiscalía de Michoacán informó que el automóvil, proveniente de Colima, avanzó por la carretera 200, cruzó el puente de Coahuayana y se dirigió hacia la comunidad de San Vicente. Aproximadamente a las 11:40 horas explotó frente a las instalaciones ubicadas en la calle Ignacio López Rayón, en la zona Centro.
El último reporte del 7 de diciembre establece que cinco personas murieron, tres de ellas policías de Coahuayana ya identificados por sus familias. Las otras dos víctimas no han sido reconocidas, aunque se presume que una podría ser el conductor del vehículo que transportaba los explosivos.
Mientras tanto, autoridades de los tres niveles de gobierno continúan con los trabajos de limpieza, retiro de escombros y evaluación de daños en la comandancia de la policía comunitaria y en negocios cercanos al sitio de la explosión.

Desde temprano, cuadrillas municipales, estatales y federales han retirado fragmentos de vidrio, láminas, piezas de vehículos y restos estructurales esparcidos sobre la avenida Rayón. Además, especialistas revisan viviendas y comercios afectados para descartar riesgos en paredes, techos y sistemas eléctricos, mientras habitantes y comerciantes se suman a las labores para acelerar la reapertura de sus establecimientos.
El reporte oficial confirma cinco personas fallecidas —tres policías comunitarios y dos individuos aún sin identificar—, además de varios heridos. La explosión dañó viviendas, vehículos, negocios y parte del hospital comunitario, dejando una zona impactada en varios metros a la redonda.