
Colombia.- Colombia continúa en estado de conmoción tras el atentado del sábado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. Durante un mitin en un parque del occidente de Bogotá, un joven de 14 años se acercó por detrás y le disparó en la cabeza con una pistola Glock, dejándolo gravemente herido. Fue detenido tras una breve persecución, herido en una pierna por disparos de la policía.
El atacante, identificado como un menor con antecedentes conflictivos, había sido parte de programas sociales del gobierno, incluido "Jóvenes en Paz", promovido por el presidente Gustavo Petro. Vivía con una tía en una zona vulnerable de Bogotá y carecía de red de apoyo familiar: su madre está fallecida y su padre, según reportes, se encuentra en Polonia.

La Fiscalía lo imputará por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas. Aunque algunos sectores piden que sea juzgado como adulto, el joven será procesado bajo la ley de responsabilidad penal juvenil, que contempla un máximo de ocho años de internamiento. Su audiencia fue reprogramada por razones médicas.
El caso ha reavivado el debate en Colombia sobre el uso de menores por redes criminales y la efectividad de los programas sociales de prevención.