
Todos conocemos la tristeza del domingo. Esa sensación de pesadumbre que te invade cuando te das cuenta de que se ha acabado el fin de semana y toca volver al trabajo, a los estudios o a las obligaciones. No te desesperes: hay algunas cosas sencillas que puedes hacer para aprovechar al máximo la semana y superar el bajón dominical.
Para ayudarte, aquí tienes siete consejos sencillos y prácticos si deseas modificar esos sentimientos de domingo por la tarde y convertirlos en una fuente de energía que te impulsará a encarar los días siguientes:

1 Organízate
Si no tienes un plan, es más probable que te dejes llevar por la siguiente urgencia que surja, o incluso por la sensación de aburrimiento y apatía. Según los expertos, una parte del bajón dominical se produce justamente por estos dos factores.
Asegúrate de organizarte y tener preparadas las tareas y asuntos pendientes de la semana. Empieza dedicando un tiempo a tus prioridades personales, como hacer ejercicio o compartir con amigos y familiares. Si hay algo que siempre has querido hacer —como aprender un nuevo oficio, ver una charla en internet o investigar un tema— este es un buen momento para planificarlo y llevarlo a cabo.
También puedes preparar el plan de la semana en lo referente a tus actividades laborales y compromisos: utiliza una agenda digital o en papel y tus sistemas de organización. Marca los compromisos principales; haz listas de pequeñas tareas para completar que harán más llevaderos esos días —táchalas una vez que las concluyas— y verás cómo, mentalmente, sentirás mayor fortaleza.
Un consejo extra para el final del día: deja tu ropa básica organizada para toda la semana y prepara el conjunto completo que usarás al día siguiente. Si vas al gimnasio antes de trabajar, deja a mano también esa indumentaria: todo listo. De esta forma tu cerebro recibirá la señal de que necesitas la energía apropiada para cumplir en tiempo y forma con lo que te has propuesto.
A nuestro cerebro le encanta el orden en vez del caos. Por lo tanto, tu estado anímico podrá ir mejorando a medida que te organizas cada día, incluso los domingos, hasta hacerlo parte de tu estilo de vida.
2 Conecta con amigos y familiares
La familia y los amigos pueden ayudarte a mantener una mentalidad positiva y con motivación. Dedica tiempo a ponerte al día con las personas que te importan y que pueden ayudarte a sostener el equilibrio vital.
Desde una reunión familiar hasta tomar un café con un amigo o pasar unas horas conversando mientras caminan. Puedes aprovechar para ir al teatro, al cine o a un concierto: la idea es no abrumarte con demasiados planes, sino hacer de a uno a la vez para sobrellevar mejor la melancolía dominical.
En cuanto a las tradiciones familiares, asiste si realmente lo deseas; si te pesa o no lo quieres, renegocia cortésmente ese acuerdo que quizás ya no te resulta cómodo.

3 Dedícate tiempo a ti mismo
En general tendemos a mantenernos en actividad porque muchas personas sienten que el ocio es una pérdida de tiempo. Sin embargo, los neurocientíficos han confirmado que el descanso es sumamente valioso y que el ocio te recrea y recarga energías. Incluso aburrirse un poco puede traer beneficios.
Desde leer un libro hasta ir al gimnasio, meditar, escuchar música u ordenar tu cuarto —piensa en cómo te vas a sentir una vez que lo hagas—, lo importante es que sea algo que disfrutes y te deje una recompensa emocional al final. Esto te ayudará a desestresarte y a mantener una actitud positiva.
El domingo también es un buen día para profundizar en tu autoconocimiento. Puedes tomarte una hora para reflexionar, escribir tus ideas, revisar tus planes y metas y pensar qué ajustes podrías hacer para mejorar. Esto te servirá para enfocar tu energía y encarar con más entusiasmo los días que vienen.
4 Duerme lo suficiente
Dormir es fundamental para la salud y el bienestar general, pero también para la productividad en el trabajo.
Si te cuesta dormir o lo haces con interrupciones, consulta a un profesional de la salud y ajusta rutinas: desconecta las pantallas —celulares, tabletas, televisores— al menos dos horas antes de dormir y crea un entorno tranquilo para descansar. Muchas veces, estos pequeños cambios ayudan a superar alteraciones del sueño.
El domingo, si no tienes compromisos, aprovecha para dormir un poco más o incluso hacer una siesta: aunque sea breve, te dará más energía.
Dos consejos adicionales:
• Ten siempre una libreta y un bolígrafo al lado de la cama por si despiertas con una idea. Al escribirla, liberarás tu mente y podrás conciliar de nuevo el sueño.
• No duermas con el celular encendido, ni siquiera como alarma. Es preferible un reloj tradicional: de lo contrario, el cerebro se mantiene alerta e interfiere en la producción de melatonina, sustancia que regula el ciclo del sueño.

5 Tómate un descanso de la tecnología
Puede ser durante unos minutos o todo un día. Descansa de tus aparatos, incluidos el televisor y la computadora. Sal a la calle: te ayudará a relajarte, observar el mundo sin la mediación de pantallas y reconectar con la naturaleza.
Si lo necesitas, programa un recordatorio en tu teléfono para tomar pausas, aunque sólo sea salir unos minutos a respirar aire fresco.
6 Crea una mentalidad positiva
Una mentalidad positiva es clave para el éxito en todos los ámbitos de la vida. Una de las mejores formas de lograrla es cultivar la gratitud.
No lo hagas sólo de manera mental: escribe cada domingo —y cada día, si lo deseas— una lista de las cosas por las que estás agradecido, como tus amigos, tu familia o tu salud. Esto te ayudará a mantenerte motivado y preparado para la semana que viene.
Otra estrategia útil es la visualización. Por ejemplo, si tienes una presentación de trabajo, imagínate frente a una sala llena de gente, transmitiendo seguridad y logrando un gran resultado. Esa práctica de visualización creativa influye en tu fisiología y emociones, y, combinada con una buena preparación, aumenta las probabilidades de éxito.

7 Recompénsate
Si has tenido una semana intensa, recompensarte puede ser una excelente manera de cerrarla en positivo. Date algún gusto: puede ser dormir una siesta, tomar una ducha larga, salir a caminar sin rumbo, leer, escuchar un pódcast o aprender algo nuevo.
Como ves, con la mentalidad adecuada puedes aprovechar al máximo cualquier día de la semana, incluso el domingo, que muchas veces asociamos con bajón y melancolía.