
Haití.- Once civiles entre ellos ocho niños murieron el sábado en Puerto Príncipe, Haití, tras un ataque con drones dirigido a un líder de pandillas durante una fiesta de cumpleaños en un barrio controlado por bandas. La ofensiva, operada por contratistas militares extranjeros, dejó además varios heridos, incluidos seis menores.
El objetivo era Albert Steevenson, alias “Djouma”, quien resultó ileso. Según un grupo de derechos humanos, los drones eran operados por una empresa vinculada al contratista estadounidense Erik Prince. Haití contrató este tipo de apoyo armado en marzo para combatir el control de las pandillas sobre la capital.

El ataque ha sido criticado por violar el derecho internacional y por los riesgos de operar drones armados en zonas densamente pobladas. Entre las víctimas hay una mujer embarazada. Líderes de pandillas acusaron al gobierno de masacrar civiles y negaron que miembros de bandas estuvieran entre los fallecidos.

Aunque hay apoyo a los ataques como último recurso frente al caos en Haití, los civiles siguen siendo las principales víctimas. La ONU podría votar pronto una nueva misión multinacional para reemplazar el fallido despliegue actual liderado por Kenia.