Recibe sentencia de más de cuatro años

2025-10-03 15:23:07   809 Visitas


Nueva York, EU.- El rapero y productor Sean “Diddy” Combs enfrenta uno de los capítulos más determinantes de su vida: la lectura de sentencia en un tribunal federal de Manhattan, tras un juicio en el que se le señaló por crimen organizado, extorsión, lavado de dinero y delitos sexuales.

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Un día antes de la audiencia, el artista de 55 años ofreció disculpas públicas, asegurando que reconocía sus errores y el daño causado. Analistas consideraron estas palabras como un intento de suavizar la resolución judicial.

Durante la sesión del 3 de octubre, la tensión fue evidente. Según los bocetos de la corte, Combs rompió en llanto al observar un video sobre su vida, presentado por su defensa para mostrar un lado más humano frente al jurado y al juez.


Cargos y veredicto

El productor fue declarado culpable de dos cargos relacionados con el traslado de personas para fines de prostitución. Aunque la fiscalía lo acusaba también de trata de personas y conspiración criminal, cargos que habrían implicado penas más graves, el jurado lo absolvió de ellos y limitó la condena a los delitos comprobados.

La sentencia

Finalmente, el tribunal determinó una pena de poco más de cuatro años de prisión. El veredicto se relaciona con viajes organizados para encuentros sexuales con acompañantes masculinos bajo drogas, conocidos como “Freak Offs”, en los que las parejas sentimentales de Combs participaban mientras él grababa y se masturbaba.


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El caso Cassie Ventura

En la audiencia también se recordó la agresión contra su exnovia Casandra “Cassie” Ventura en 2016, registrada en video. Aunque Combs expresó arrepentimiento, Ventura respondió con dureza en una carta enviada al juez, en la que aseguró que el rapero sigue siendo “manipulador, abusador y traficante” y que no existe un verdadero interés en su rehabilitación.

La defensa

Los abogados del músico habían solicitado una condena máxima de 14 meses de prisión, argumentando que Combs ya llevaba casi un año recluido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, una de las cárceles federales más duras de Estados Unidos.


Edición: MANUEL GALLEGOS